Jehová es mi Pastor.

JEHOVA ES MI PASTOR

Días atrás mi papá me contaba emocionado, que compró un terreno solo para sembrar pasto para sus ovejas. Eso llamó poderosamente mi atención, porque generalmente la gente está invirtiendo en bienes raíces, carros nuevos, negocios, viajes, cambiar el closet, cirugías estéticas…En darse placer (terrenal) en todo el sentido de la palabra.

¡Me gustaría que pudieras ver sus ovejas! Están en un hermoso rancho en el sur del país; En el día domina el viento fresco y un friito en la noche. Antes de entrar, te encuentras con el nombre del lugar: ” Rancho Don Ramón”, en honor a mi abuelo, llegas y puedes ver todo el lado derecho con muchas

plantas de limones, unos metros después por medio de cacareos te dan la bienvenida las gallinas, justo al lado está el corral de las ovejas, que dependiendo la hora que llegues las encontraras ahí o no. Luego, en la cima de una cuesta se observa la casita roja de papi, construida con madera, tiene un techo de doble altura, es hermosa!!! está rodeada de árboles frutales, muchos metros de hierba y si respiras profundo podrás sentir la pureza de ese singular lugar.

¡Todo marcha bien gracias a Dios!

Pero está pasando algo en esta época y sospecho que las ovejas están preocupadas al ver en su entorno la tierra árida, la hierba escasa, un poquito amarilla, sin mucho atractivo... Se preguntan entre sí: ¿y será que Arístides no ve lo que se aproxima? Él debe recordar la tremenda sequía que afectó hace unos meses atrás la región, -dijo otra-: Él debe comprar algo de hierba y tenerla ahí de reservas, - dijo uno de los padrotes -: Debería hacer algo al respecto. Un corderito gritó: Aquí no vemos ningún movimiento a nuestro favor, lo que vemos nos indica que él no se está ocupando de nosotras. Parece que nos dejó aquí a nuestra suerte, -dijo una oveja parida, mientras mira sus crías-.

Ellas no tienen la mínima idea que su Pastor (Arístides) tiene todo calculado, que sus planes van más allá de lo que ellas imaginan. ¡El compró un terreno solo para tenerle pasto fresco, verde y lozano! No saben que su Pastor puso su confort a un lado, para garantizar que sus necesidades estén cubiertas justo cuando ellas realmente lo requieran.

Para completar el malestar, ellas están acostumbradas a tomar el mismo camino día tras día, pero hoy se encontraron con que papi cerró esa puerta de la finca obligándolas a entrar por otra ; Se nota muy claro como algunas ovejas entran casi en automático, mientras que otras insisten en entrar por la puerta ya cerrada y lastimosamente se causan fuerte golpes para forzar su entrada; No saben que con esta nueva medida su buen pastor les está evitando sufrir necesidades o impidiendo que se expongan a algún daño debido a peligros existentes, cosas que por su naturaleza ellas ignoran. No entienden que su tiempo en aquel lugar llegó a su fin y que él las conduce a otro prado. Ésa nueva puerta es la entrada de algo mejor para todas, algo nuevo, seguro, abundante, rico, libre de tantas cosas que pueden causarles daño.

Además de ocuparse de eso, ya papi pensó en proveer la sal, vitaminas, minerales, un delicado lugar con sombra y agua ¡Y permíteme decirte que no cualquier agua!!! sino agua fresca, agua viva que viene de lo alto, de un manantial puro, sin contaminación, trasladada por tubos estratégicamente colocados y que desembocará en un gran reservorio para garantizar su distribución adecuada. Me dijo que pagó un alto precio por todo esto, pero él está comprometido de corazón en suplir todas sus necesidades y que no les falte ningún bien.

En cierto modo esto tipifica lo que pasa con nosotros; Somos muy dados a emitir comentarios entre amigos, familiares o hermanos de la fe, acerca de lo que Dios debería hacer, frente a alguna situación en nuestras vidas, a veces somos incapaces de ver los cuidados de Dios para nosotros, cuando algo no sale como esperamos insistimos en hacer lo que estamos acostumbrados, en lugar de solamente seguir a nuestro pastor, porque aunque no podamos ver, Dios está obrando y mucho mejor de lo que esperamos. Él tiene todo listo tanto en la vida natural y mucho más en la vida espiritual, depende de nosotros tener fe, confiar, aunque lo que nuestros ojos vean sea lo contrario, seguir creyendo, aunque otros alrededor nos confirmen que la realidad es distinta.

Quizá en tú entorno las cosas no se ven tan bien, puedes ver la salud y la economía frágil, tal vez me podrías contar cosas muy serias que te están ocurriendo, situaciones que son una verdadera amenaza a tu fe, asuntos que te roban la paz. Me gustaría solicitarte algo, ¿Podrías respirar, mientras IDENTIFICAS que te inquieta? Si ya lo tienes identificado, deposítalo por fe en las manos de tu pastor y relájate. Permite que él se ocupe de ti, confía, somos ovejas propiedad del Pastor experto en los improbables.

Oración

Amado Padre, llena nuestros corazones de total confianza en ti, que se fije en nosotros, el no estar ansiosos ni angustiados. Señor, ayúdanos a aceptarte como nuestro buen Pastor, a recordar que tu suplirás todas nuestras necesidades, danos sabiduría para seguirte en obediencia, buena actitud, para entender que no se trata de lo que veo, sino, de a Quién le creo; Jesús, cambia nuestro corazón por uno agradecido, que nos demos cuenta que tus planes siempre son los mejores para nosotros; Que podamos reconocer que tú eres nuestro único y suficiente proveedor, que al entregar tu vida pagaste un precio incalculable por nosotros y perdónanos Señor porque a veces somos algo torpes, poco agradecidos, indiferentes ante tu presencia y tus cuidados. Gracias por tu infinito amor mi Dios, amen.

SALMOS 23:1-6

Jehová es mi pastor; nada me faltará.

2

En lugares de delicados pastos me hará descansar;

Junto a aguas de reposo me pastoreará.
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3

Confortará mi alma;

Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

4

Aunque ande en valle de sombra de muerte,

No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

5

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;

Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

6

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,

Y en la casa de Jehová moraré por largos días.