Pronto saldrá a la luz

 

 

Pronto saldrá a la luz

Faltaba poco para llegar a nuestra casa, cuando algo súbito hizo que el transito se detuviera unos minutos, esto me permitió observar a mi izquierda aquella linda casa que ahora lucia abandonada, su exterior sin esplendor, todo estaba lleno de polvo, el jardín descuidado, muchas hojas secas sobre el césped. Fue una casa que tiempo atrás, llamó mi atención por su hermoso jardín delantero donde predominaba una grama verde vibrante, bien cortadita y orquídeas de distintos colores suspendidas del tronco de un gran árbol en el centro del jardín, el cual brindada una fresca sombra a la vivienda. La casa estaba pintada de amarillo con una gran puerta cuadrada de color marrón, un parqueo amplio, y el techo de la casa revestido de tejas rojas. Por su diseño parecía que fue construida hace algunas décadas con mucha dedicación para ver crecer una familia grande.

¡Vendieron la casa, ahora es propiedad de otro dueño! fue lo que pensé. Días después mientras pasaba en el auto pude ver que estaban derribando la vivienda con maquinarias muy pesadas, lo que nunca antes ningún desconocido podía observar de ese hogar, ahora se podía ver, su interior quedó a la vista de todos, hasta pude ver los detalles de los azulejos de uno de sus baños, las cerámicas en las paredes de la cocina, el color de algunas paredes internas casi derribadas, también pude observar una pequeña fuente de agua en una esquina del patio trasero.

 Mi corazón se sintió como una pelotita hecha de papel, cuando luego de varios días pasé y solo vi el terreno llano, completamente limpio, ni siquiera rastros de escombros. No entendía la destrucción de esa casa tan bonita.

¿Qué pasó si todo estaba bien?

Sabes, mientras estemos en este mundo tendremos desafíos que parece que nos derriban, nos hacen sentir en el polvo, desafíos capaces de mostrar partes internas, vulnerables, tan personales y guardadas de nuestras vidas que no compartimos con cualquier persona.

  ¿Has pasado por esos momentos donde sientes que todo se derrumbó, donde solo hay destrucción, dolor, confusión, donde nada tiene sentido, todo parece desaparecer y llegas a preguntarte: ¿Qué pasó, si todo estaba bien?  Es una temporada difícil que muchas veces pone a prueba nuestra fe.

En esta hora quiero animarte con algo que vi:  en ese mismo lugar donde estaba aquella casa ahora había una enorme valla publicitaria que contenía todas las especificaciones de una torre residencial de apartamentos que sería edificada ahí. ¡No lo podía creer!  era algo espectacular, atractivo, actualizado y sereno a la vez, estaba plasmado el diseño y el propósito de esa construcción futura que contenía docenas de apartamentos de distintos metrajes, además incluía  varias estancias como piscina, áreas para BBQ, cine, sauna, salón de juegos para niños, gimnasio, pista exterior para correr o caminar, salón multiuso, un lobby súper elegante, un hermoso y gran patio adornado con una pérgola  y un parque donde se puede leer o  solo salir de paseo con los niños o las mascotas.  En la parte inferior derecha de la valla, estaban colocados el nombre de la constructora, ingeniero y arquitecto encargados de ejecutar dicho proyecto, lo que daba garantía de la excelente calidad de aquella construcción.

  El Espíritu Santo, usando su manera tan creativa, me explicaba que aun cuando no entendamos porque pasamos por ciertas situaciones, y aunque lo que esté pasando no tenga sentido para nosotros o para los demás, debemos esperar pacientemente. A veces creemos tenerlo todo, estar completos, ser exitosos ante los parámetros de la sociedad y no nos damos cuentas de muchas cosas… solo cuando Cristo entra en nuestras vidas lo viejo queda atrás y se hacen nuevas todas las cosas.

Dios es el único capaz de hacer todo primero, Él l crea todo en su mente y luego lo trae a que exista. Él pone fin antes del principio. Cuando el coloca una valla, es porque ya todo está listo en Su tiempo y porque cuenta con todos los recursos para llevar a cabo esa obra.

 Al igual que la casa que te comenté, alguien me vio con otros ojos, con ojos llenos de amor, hoy tengo nuevo dueño, uno que me ama tanto que me compró a un alto precio, entregando la vida de su unigénito Cristo Jesús. No te niego que he pasado por momentos fuertes desde que invité a Cristo a mi vida, he destruido ciertos muros de manera voluntaria pero la mayoría de ellos han sido derrumbados con la ayuda y el consejo de Dios. Fue necesario demoler mis cimientos viejos, pero tengo la garantía que ahora tengo una zapata más fuerte. Ahora soy propiedad de la constructora que puso los cimientos de todo lo que existe, la que dio forma y vida a  la primera pareja de seres humanos, la misma que colgó la luna, el sol y  las estrellas en el firmamento, fue quien puso límites al mar, quien diseño ese hermoso paisajismo con las estaciones del año, el arquitecto de mi vida, es el mismo perito que antes de la fundación del mundo ya tenía en  mente como iba a ejecutar todo, el ingeniero que formó  cada parte de mi ser, en el vientre de mi madre.

 Es la misma constructora que quiere y hará que tu potencial sea desarrollado al máximo, que obrará para que salgan a la luz aquellas amenidades divinas que llevamos dentro y que llevarán gloria a Dios llamadas dones, talentos y ministerios… Muchos se sorprenderán de la obra maravillosa que Él edificará en ti. Comenzaremos a realizar cosas de las que nos creíamos incapaces, seremos expandidas a niveles aún más altos, llegaremos a tener una visión más amplia de todo.

Estamos en construcción para ser bendecidos con lo mejor y además para ser de bendición a muchas personas.

Puedes estar pasando por una etapa complicada, pero ten la seguridad que, aunque no entiendas el por qué o para que, de tu proceso, en los cielos se exhibe una gran valla con tu nuevo diseño, el cual es único, nadie tiene uno igual al tuyo, ahí está plasmado todo en lo que te convertirás y en ella está la firma de Dios Padre, Cristo y el Espíritu Santo, propietarios absolutos de la constructora que terminará tu hermosa obra de vida.

Déjate transformar por Dios, permite que El continúe su obra en ti, Él cambiará tu tristeza en baile, de las ruinas hará lindos jardines, reedificará tus muros.

 Quiero decirte que eres mucho más de lo que puedes ver, eres muchísimo más de lo que otros ven, tus sufrimientos actuales son pequeños comparados con lo que se producirá en tu vida. El Señor ya inició algo único, pronto podrás verlo más claro.

“¡He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a la luz; ¿no se dan cuenta?” Isaías 43:19

“Solo yo puedo predecir el futuro antes que suceda. Todos mis planes se cumplirán porque yo hago todo lo que deseo.” Isaías 46:10