Lo inesperado de Dios...


Lo inesperado de Dios …




Por generaciones, en mi familia se prepara un postre riquísimo, son unos helados de leche con vainilla súper cremositos; Se han venido haciendo para disfrutarlo entre nosotros y con amigos, pero también fue el sustento familiar en temporadas económicas difíciles.

Parte de mi adolescencia, la viví en la provincia Sánchez Ramírez (Cotuí); Hubo un tiempo en que cada mañana yo salía tanto al parque como a la zona comercial del pueblo, junto con uno de mis padres o uno de mis hermanos a vender estos helados. Recuerdo que mi mamá siempre se ocupaba de vestirme muy bien, de que yo estuviera limpia y bien peinadita, casi siempre con dos colitas hechas con unas hermosas cintas satinadas. ¡Teníamos un buen negocio! Podíamos vender cada mañana cerca de mil helados, waooo!!!!! Mil helados, era algo impresionante para mí. Solo era en las mañanas porque iba al colegio en las tardes.

Vender helados para mí, era un acto de obediencia a mis padres y a temprana edad pude adquirir conciencia de las variantes económica en una familia; Te lo comento, porque era difícil cuando llegaba al colegio y algunos estudiantes, me hacían bullying, por el ejercicio de esa honesta labor; Hoy puedo decir que ese trabajo contribuyó a formar parte de mí carácter, a contentarme cuando había muchos recursos y también cuando estos eran escasos. Desde entonces, no me avergüenza hacer cualquier tipo de trabajo, solo verifico que sea honrado, que no desagrade a Dios, porque creo que el trabajo dignifica a la persona y trato de dejar ese legado de trabajo en mis hijos.

Pues te cuento que, en este confinamiento como la mayoría de las madres, en las tardes me pongo a preparar meriendas para la familia, lo que tiene dos ventajas: Primero les muestro mi amor y segundo, me distraigo mientras las elaboro.

Una de esas tardes, me preparé muy temprano, para hacerles esos deliciosos helados de leche con vainilla; Inicié buscando los ingredientes, los lleve al fuego y en minutos veo que la leche de cortó... Andaaaaaa, imaginé, tal vez el azúcar que le puse, tenía algún rastro de chinola, debido a que había preparado un jugo momentos antes. Pues nada, digo: Haré entonces dulce de leche cortada y continué con la cocción.

Algo que no te puedo negar, es que, aunque decidí hacer el dulce, yo anhelaba hacer los helados, así que, otra vez busqué los ingredientes, me fui a otra estufa, busqué un azúcar nuevo, leche nueva, me percaté de no cometer ningún error esta vez. y que crees? también se cortó la leche. Ohhhh Padre, entonces? yo quería hacer los helados para la familia y también para compartirlo con unos amigos que viven muy cerca de la casa. ¿Qué paso? Hice todo con cuidado, le puse amor. y entonces?

¿Te ha pasado alguna situación inesperada? Esta clase de escenarios nos llevan a hacernos preguntas como estas; ¿Pero Dios, si soy tu hija, quiero hacer algo bueno, tomo las medidas de lugar, le pongo amor a lo que voy a hacer, porque no me salen bien algunas cosas?

La respuesta que vino a mi vida es que, a veces Dios quiere entregarte cosas distintas, nuevas, desarrollar tu creatividad, que el hecho que no salga lo que tu deseas no significa que Dios no esté en control.
Que no tengas los resultados que esperas, a veces es lo mejor que te puede pasar. En mi caso, por medio de esa eventualidad obtuvimos dos exquisitos cortaditos de leche, que disfrutamos en familia y con los amigos que te conté.

La biblia está llena de situaciones inesperadas e improbables, el libro de Job nos dice: Que él era justo en esta tierra, hacia todo lo correcto delante de los hombres, Dios estaba muy complacido con Job, a pesar de todo eso, al principio las cosas fueron muy duras para él, perdió todo lo material y además a su familia... Sin embargo, aunque las cosas no estaban saliendo como él esperaba, Dios le entregó aún más de lo que tenía antes.

David: Siendo el hijo menor y además un simple pastorcito de ovejas, sin el perfil de la época, fue ungido como rey. (1 Samuel 16 y 2 Samuel 5).

El hijo menor de José fue sorprendido con algo improbable (su abuelo Jacob) a propósito cruzó sus manos y lo bendijo. (Génesis 48)

¿Y qué tal Gedeón? Quien era del clan más débil de su tribu, además, la persona de menor importancia en su familia y aun así el Señor lo elige para salvar a Israel como comandante de batalla, contra un ejército compuesto por cientos de miles de soldados. Gedeón con solo 300 hombres (quienes fueron seleccionados también de una manera impensada) en lugar de tener armas, ganó la batalla con envases de barro, cuernos de carneros y antorchas. (Jueces 6 y 7).

Con todo esto, el Señor me mostró que El siempre actúa a nuestro favor, aunque las cosas estén revestidas de algo poco agradable. Que podemos ser creativos cuando las cosas cambian súbitamente, que está bien atrevernos a dejar algo que entendemos que es bueno, para poder recibir lo mejor, que no pasa nada si iniciamos una vez más; En mi vida como madre siempre tengo que hacerlo, porque cuando creo que soy experta en una etapa, mis hijos pasan a otra y vuelvo a iniciar, para bendecirles y para cumplir con mi rol. Pasa igual en el matrimonio, en los estudios, etc. Y, por último, pero no menos importante a aceptar los planes de Dios para nosotros, aunque parezcan que estos nos quedan grandes. Dios puede hacer realidad lo que para nosotros es algo improbable.

Gracias Señor por cada sorpresa que viene de ti.


Yo voy a hacer algo nuevo,
y ya he empezado a hacerlo.
Estoy abriendo un camino en el desierto
y haré brotar ríos en la tierra seca.
(Isaías 43:19)

Comentarios

  1. Waooo Dios trajo respuesta a mi vida con ta reflexión, Dios te bendiga! Gracias!

    ResponderBorrar
  2. Muy cierto. El Señor NUNCA permitirá que pase algo en nuestras vidas que El no lo torne para nuestro bien. Su fidelidad es firme para con nosotros.

    ResponderBorrar
  3. Impresionante reflexión, gracias a Dios por enviarme este mensaje a través de mi hermana, continúe usándola de esa manera tan hermosa padre de la gloria y que tú gracia siempre esté sobre ella.

    ResponderBorrar
  4. Gloria a Dios por hablarnos de tantas maneras. Me ha ministrado mucho este tema “Lo inesperado de Dios”. Gracias por dejarse usar por Dios para darnos una palabra tan alentadora, que de alguna manera, nos impulsa y motiva a hacer nuestra parte, pero aquello que se nos hace difícil y algunas veces imposible, lo hará Dios �� Gracias!!��
    Dios le bendiga!!

    ResponderBorrar
  5. Excelente reflexion, gracias por abrir tu corazon y compartir tantas enseñanzas que has recibido del Señor, simplemente internalizando la cotidianidad y sacando provecho de ella. Muy bueno, practico, con ejemplos y aplicaciones. Gracias mil y que el Señor te siga bendiciendo para bendecir. Este fue un riquisimo cafecito! El versiculo... Precioso, lleno de esperanza. Felicidades!!

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Dios hablo a tu corazón?

Entradas más populares de este blog

El cafecito de Mechy

Pronto saldrá a la luz

PERSEVERANCIA